Las empresas tienen la responsabilidad de informar a las autoridades sobre los ciberdelitos que amenazan su reputación para combatir el fraude en internet
Phishing, ataques ransomware, fraudes a través de publicidad, fraudes informáticos o estafas de inversiones son algunos tipos de delitos informáticos a los que están expuestos a diario los comercios electrónicos, los servicios que se prestan en el mercado digital, así como los propios ciudadanos por el mal uso de las nuevas tecnologías y la desinformación.